Desde que iniciamos los escritos en esta plataforma de las migajas que Google permite usar a ciudadanos comunes, hemos contado con mucha gente que ha aportado su granito de arena y no debo dejar de dar su merecido reconocimiento a una de las Maestras mas actualizadas del magisterio en Villa Isabela, es ELADIA MORA, nos ha enviado esta vez un articulo digno de leer y reflexionar, que va dirigido a los cientos de maestros o profesores que hoy manejan ciertos recursos por la aplicación de mejores condiciones salariales a ese conglomerado del estado. Solo se decir que lo mejor es guardar el 10 % de lo que se gana para SALUD, JUSTICIA Y al Final el retiro.
Educación financiera y desempeño docente.
Por: Eladia Mora Brito.
El trastorno financiero es un factor que perturba el desempeño pedagógico de los docentes; consecuentemente limita el avance hacia una educación de calidad en la Republica Dominicana. Los docentes, igual que la mayoría de los dominicanos, no han recibido educación para el manejo adecuado de sus finanzas personales: elaboración de presupuesto familiar, ahorrar dinero, cubrir deudas y establecer metas financieras a corto y largo plazo.
Debido a esta realidad, a la que se suma el bajo salario que perciben, es que el dinero nunca les alcanza para cubrir los gastos fijos. Existe en el magisterio nacional, la cultura del desequilibrio financiero personal: los docentes adquieren préstamos cuantiosos con diferentes entidades bancarias, prestamistas, comercios y cooperativas, los cuales deben pagar con intereses y altas cuotas mensuales. Es decir, comprometen casi la totalidad de sus ingresos en descuentos para pagar estos compromisos. Luego, con un uso infructuoso de estos recursos y el poco dinero que les resta de sus sueldos, se ven obligados a endeudarse recurrentemente para cubrir sus rentas en la familia. Alejandro Rodríguez Magaña, Director de Programas Financieros de la Universidad Panamericana, le llama a esto: “las finanzas no sanas”.
La Cultura Financiera, definida en el SmatCoach como “los hábitos y las actitudes que permiten cultivar una relación sana con el concepto de “dinero” y con las dinámicas relacionadas al mismo”, no se ha impregnado en la clase magisterial. Fruto de esto, la enseñanza, en el País, está en manos de personas agobiadas y perturbadas por las consecuencias de endeudarse, con un alto nivel de estrés, pérdida de motivación y de capacidad de concentración para investigar, planificar e impartir docencia. Perturbadas para reflexionar sobre su propia práctica en relación a los aprendizajes de los estudiantes; a veces con frustración; se ausentan frecuentemente de la escuela, enfermos de úlceras, gastritis…
Estos comportamientos involuntarios, se traducen en la existencia, en el Sistema Educativo Dominicano, de un significativo porcentaje de docentes con prácticas deficientes; imposibilitadas para implantar en las aulas situaciones de aprendizaje coherentes con el currículo, creativas, constructivas e innovadas; planificadas y ejecutadas con responsabilidad, dentro de un clima de respeto, tolerancia, igualdad, equidad, valoración continua de los sujetos y sus aprendizajes. Estas actitudes constituyen una de las principales causas por las que la educación dominicana posee bajos niveles de calidad a pesar de los esfuerzos que ha hecho el Ministerio de Educación en capacitar a los profesores; a pesar de ser uno de los países con mayor índice de docentes titulados.
La falta de formación financiera es un contrasentido, ya que el desarrollo de la “Educación Financiera Personal” debe ser una tarea primordial del docente, la cual debe fomentar en sus estudiantes a través de la teoría y, más que eso, con la práctica: ser el ejemplo. “Este tema no puede estar divorciado de la educación básica y secundaria de la República Dominicana”, expresó con toda la razón el Gobernador del Banco Central, licenciado Héctor Valdez Albizu en su empeño para que el Ministerio de Educación lo incluya como una prioridad del “Pacto por la Educación”. En el Perú, por ejemplo, se han propuesto a partir del 2015 “, formar “Ciudadanos Económicos” desde la educación básica, fomentar en los niños el concepto del valor del dinero, el ahorro, y que puedan tomar las mejores decisiones en sus finanzas personales y familiares”.
La labor del docente es especial, su materia prima son los estudiantes, seres humanos en formación. Sus productos son los aprendizajes construidos en ellos a través de su mediación en un arduo y sensible proceso de enseñanza.
Es función del docente: “diagnosticar necesidades, preparar la clase, motivar al alumno, desarrollarse continuamente como profesional, llevar a cabo un seguimiento de los aprendizajes de los estudiantes individualmente y actuar como su ejemplo: en la manera de hacer las cosas, promoviendo actitudes y valores. En él descansa la responsabilidad de transformar la Educación Dominicana por medio de un efectivo desempeño pedagógico. Sin embargo, el docente también es humano. Por lo tanto, es difícil que, hallándose en condiciones económicas desastrosas pueda dejar sus problemas fuera del aula y entregarse en cuerpo y alma a enseñar, o, más bien, a propiciar procesos de aprendizajes centrados en los alumnos.
Los docentes necesitan aliviar sus dolencias económicas, esto es imprescindible para superar los bajos niveles en los aprendizajes de la educación del pueblo dominicano. Logro que no se obtiene solamente aumentando sus ingresos económicos. Hay que comenzar por estudiar a fondo la conducta de los docentes en relación al tema de la salud financiera. Después, inducirlos a un proceso de educación financiera personal en el que se les oriente sobre el valor del dinero, como ahorrar, pagar sus deudas y fijarse metas a corto y largo plazo, evitar el consumismo y elaboración de presupuesto familiar.
La educación financiera debe ser incluida en los programas de capacitación del Ministerio de Educación para que los docentes reciban instrucciones sobre su incidencia e importancia en la vida diaria, que les permitan tomar las decisiones adecuadas con respecto a sus ingresos y por ende obtener un mayor bienestar económico. Retomando las palabras de Héctor Albizu, ““Este tema no puede estar divorciado de la educación básica y secundaria de la República Dominicana”, agregamos, que la Educación Financiera no puede estar ausente en la formación magisterial.
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